¿Te preguntas si la natación es un deporte reservado exclusivamente a los profesionales? Bueno, ¡podemos decirte que no lo es! De hecho, saber nadar no es tan complicado como parece. Solo necesitas aprender las mejores técnicas para lograrlo.
Y eso es exactamente lo que te ofrecemos en este artículo. Por ello, te invitamos a leerlo atentamente para no perderte ningún paso importante. Sobre todo porque tenemos algunas sorpresas reservadas para ti al final.
Los beneficios de nadar
Mucha gente en estos días piensa que nadar es innecesario o una pérdida de tiempo. ¿Estás de acuerdo? Claro que no. Por eso vamos a compartir contigo las diferentes ventajas de esta disciplina.
En efecto, la natación, deporte olímpico desde 1896 para hombres y 1912 para mujeres, se refiere a todas las actividades que se practican en el agua. Es una práctica habitual que ayuda a tonificar los músculos de brazos, piernas y tronco.
Además, las formas de natación son múltiples y te permiten trabajar diferentes músculos. Una de las primeras ventajas de la natación es sin duda la ausencia de impacto en las articulaciones y la espalda, lo que hace que el deporte sea apto para todas las edades.
Además, los estudios han demostrado que la práctica de una actividad acuática alivia el dolor asociado con la artritis y la osteoartritis al tiempo que fortalece las articulaciones. También ayuda a mantener e incluso mejorar la salud ósea en mujeres premenopáusicas y posmenopáusicas. Mediante la práctica de este tipo de deporte, las personas en buena forma física podrán prevenir posibles dolores articulares.
Aprende a nadar bien: [4 técnicas probadas]
Finalmente, hemos llegado al meollo de nuestro tema. Como has leído correctamente arriba, te ofrecemos una serie de 4 técnicas ya probadas.
Dominar estas diferentes técnicas de natación te facilitará la elección de la técnica de natación adecuada cuando surja una situación.
La primera de las mejores técnicas que deberías empezar a aplicar hoy es:
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La braza
Actúa principalmente en bíceps, pectorales, abdominales y pantorrillas. Las manos están unidas a la altura del pecho. Luego se empujan hacia adelante hasta que los brazos estén completamente extendidos. Luego, se separan, corren a lo largo de cada lado del cuerpo y se encuentran en la posición inicial.
Durante este tiempo, las piernas realizan un cincel de braza que consiste en acercar los talones a las nalgas y luego realizar una propulsión a modo de salto de rana. Cuanto más rápida sea esta combinación de movimientos, más poderoso será el impulso.
La segunda de las mejores técnicas es:
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Croll
Fácil de realizar, el rastreo te permite nadar rápidamente. A medida que las piernas dan una patada alterna, los brazos, a su vez, salen del agua.
La palma de la mano debe mirar hacia el agua al sumergirse para promover la propulsión. Este tipo de natación ayuda a tonificar todos los músculos: brazos, hombros, piernas, pecho y abdominales.
La tercera de las mejores técnicas es:
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Revés
Esta práctica te permite trabajar eficazmente los músculos de la espalda. Los movimientos son los mismos que para el crol, excepto que la espalda mira hacia el agua en lugar del pecho. La mayor dificultad del estilo espalda es mantenerse en la trayectoria inicial.
Y finalmente aquí está la cuarta de las mejores técnicas:
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La mariposa
Los movimientos ondulados de la natación tipo mariposa te permiten desarrollar tus abdominales en profundidad.
Sin embargo, es la técnica más difícil de dominar porque requiere una coordinación perfecta. Las piernas deben agitarse para impulsar el tronco fuera del agua.
Al salir del agua, los brazos están abiertos en forma de U y las palmas deben retroceder primero. Una vez que los brazos han entrado en el agua, deben empujarse hacia la cintura. Esta secuencia debe repetirse continuamente.
Los beneficios de la natación para el cuerpo
La natación le hace mucho bien al cuerpo porque le da mejores capacidades cardiovasculares y respiratorias.
Además de utilizar todos los músculos del cuerpo (bíceps, tríceps, abdominales, cuádriceps, etc.), la natación recurre al sistema respiratorio y las capacidades cardiovasculares. Es una de las actividades físicas más eficaces para mejorar el retorno venoso.
Debido a la contracción y relajación de los músculos, los diferentes movimientos realizados favorecen la circulación sanguínea al tiempo que limitan la retención de agua.
Esto es particularmente beneficioso para las piernas que se ven afectadas con frecuencia. Al nadar con regularidad, el corazón aumentará la potencia y la resistencia.
La natación permite así limitar el riesgo de enfermedades cardiovasculares ya que, tanto en reposo como durante el ejercicio, se facilita el trabajo del corazón.
En resumen, debes recordar que si aplicas las diferentes técnicas mencionadas anteriormente, podrás nadar tan bien como un nadador profesional. Sí, lo leiste bien. El secreto está en la práctica. ¿Entonces, qué esperas?
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